¿Cómo se transforma la aceituna en aceite?

En primer lugar, las aceitunas llegan a la almazara donde se limpian de ramas, piedras, tierra etc. Después, se lavan y se clasifican en grupos, según su calidad y variedad.

En segundo lugar, se procede a moler el fruto, proceso también llamado molturación . Se debe moler el mismo día de su recolección, dentro de las 24 horas siguientes, para evitar que puedan fermentarse y oxidarse.

Actualmente, lo más común es obtener dicha pasta homogénea en batidoras. En el proceso de batido, para controlar que la temperatura no se eleve por encima de los 25-27º y así obtener aceite de oliva virgen extra, se va añadiendo agua de manera controlada y automática.

Después, se pasa la pasta a una centrifugadora en la que, como consecuencia de la diferencia de densidades, se consigue separar el aceite del resto de sustancias como el alpechín y el orujo. Podéis conocer un uso que se le da al hueso de la aceituna sobrante en este proceso aquí .

Por último, el aceite de oliva obtenido se almacena en depósitos de acero inoxidable, en la oscuridad y a una temperatura controlada de unos 15ºC, para así  evitar enranciamientos o enturbiamientos, hasta su posterior embotellado o envasado para su venta y distribución.

Existe otro método de producción de aceite de oliva, denominado “presión en frío” que se ha ido dejando de utilizar por motivos tanto económicos como de calidad e higénico-sanitarios. Aun así, nos ha parecido interesante comentarlo, por lo que podéis encontrar más información al respecto aquí .

¡Y así es como se transforma la aceituna en aceite! Como curiosidad final, hoy en día, en todo este proceso está totalmente prohibida la intervención de la mano humana. Esto es así para no contaminar ni la aceituna, ni la masa, ni el propio aceite.

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